12 de mayo de 2014
"Quisimos trabajar en este tema porque se ha visto que las personas que trabajan de noche tienen varios problemas de salud", comentó Carolina Escobar Briones, encargada del Laboratorio de ritmos biológicos y metabolismo de la UNAM y una de las autoras de dicho estudio.
Los investigadores formaron cinco grupos diferentes de ratas macho a las que les midieron principalmente la acumulación de grasa abdominal, su tolerancia a la glucosa (la capacidad de su cuerpo para degradar el azúcar, parámetro que sirve para diagnosticar diabetes) y la actividad de los genes reloj y metabólicos del hígado, un órgano central en el procesamiento de la energía del cuerpo.
En dos grupos las ratas se colocaron diariamente y por ocho horas continuas, en cilindros que giraban lentamente. Uno lo hacía durante su periodo natural de descanso y otro durante el activo. En ambos, los roedores tenían comida disponible todo el tiempo. La doctora Carolina escobar Briones ha desarrollado.
Hubo otros dos grupos en los que las ratas no trabajaron, sino que solo les restringieron los horarios de comida, uno se alimentaba durante su horario natural de descanso y el otro durante su horario natural de actividad. Un grupo aparte fue el control, al que no se le hizo ningún tipo de modificación. Todos los experimentos duraron cinco semanas.
Un primer hallazgo fue que las ratas que comían en su fase de descanso tenían más peso, acumularon más grasa abdominal y su cuerpo no era tan eficiente para degradar la glucosa respecto al grupo control y a las ratas que comieron durante su fase activa.
También estudiaron los cambios en los patrones de alimentación. Independientemente de la fase en que se colocaran en los cilindros, aseguró Escobar Briones, se observó que las ratas comenzaban a comer espontáneamente mientras estaban en la rueda, lo cual es algo parecido a lo que pasa con los trabajadores nocturnos o la gente que se desvela. "El desvelo promueve la sobre-ingestión de alimentos".
Asimismo, encontraron que en las ratas con actividad y alimentación durante la fase de reposo se invirtió el ciclo de ciertos genes reloj en el hígado y se perdió el ritmo de otros; mientras que las ratas que solo comían a deshoras se invirtieron todos sus patrones.
Actualmente los científicos están explorando si estas alteraciones son exclusivas en el hígado o si también se presentan en otros órganos, como el corazón, páncreas y glándula suprarrenal. Un hallazgo muy importante de este estudio es que solo cuando la actividad en la fase de descanso se combina con alimentación conduce a alteraciones en el metabolismo.
Fuente: Academia Mexicana de Ciencias