19 de mayo de 2014
Para analizar el papel de la leche materna contra enfermedades infecciosas en los niños, los estudios comenzaron con las pruebas para estudiar estos efectos y se descubrió su eficacia contra algunas enfermedades infecciosas como el rotavirus. "Se probó que en los niños que llevan lactancia materna se reducen las probabilidades de infección por rotavirus en más de 5 veces y en el momento en que dejan de lactar su riesgo aumenta al doble como ocurre en los niños que no fueron alimentados al seno materno".
En la investigación el propósito fue identificar los factores de la leche materna que inducen esta protección y uno conocido, aseguró el investigador, es la presencia de anticuerpos de la madre que se transmiten no solo a través del suero, sino a través de la leche y que tienen doble efecto por anticuerpos de la leche y anticuerpos proporcionados durante el embarazo.
"Otro mecanismo importante que descubrimos es que hay componentes no inmunológicos, sustancias en la leche que inhiben la infección evitando que el virus se pegue a las células intestinales. Estas sustancias son abundantes y forman parte del componente de azúcares de la leche".
La leche materna tiene cuatro componentes importantes: proteínas con actividad anti-infecciosa, grasa, anticuerpos y azúcares, de estos últimos se pensaba que la función era solo dar energía al bebé, sin embargo dentro de los azúcares se encuentran los azúcares fucosilados, los cuales son regulados por genes que expresan enzimas que crean estas estructuras fucosiladas.
"Resulta que a estas estructuras se pegan los virus como el norovirus (o virus de tipo "Norwalk") y el Campylobacter que causa infecciones intestinales, las diferentes e-colis causantes de diarreas y cólera. Estas estructuras se pegan a esos agentes infecciosos y ya no al intestino, de esa manera las estructuras fucosiladas protegen de las infecciones y funcionan como receptores análogos solubles, en lugar de afectar a los receptores que cubren todo el intestino, y luego se secretan", explicó Ruiz-Palacios, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
También se observó que mientras el 80% de las personas en el mundo tiene estos genes que producen los azúcares fucosilados, el 20% no; sin embargo, la genética de la población mexicana y la indoamericana sí los produce, y solo el 2 % de la población no los tiene.
El propósito de la investigación del doctor Guillermo Ruiz-Palacios es poder producir leche con estas características a nivel industrial, aunque comentó que aún no existe una plena comunicación entre la ciencia y la industria en México. "La transferencia de tecnología se hará con una empresa internacional que se dedica a la formulación de lácteos para infantes. Es una industria en la que queremos tener impacto para que sean leches completamente maternizadas", dijo el científico, comisionado nacional de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.
Fuente: Academia Mexicana de Ciencias