Las salamandras han servido durante mucho tiempo como modelo de estudios biológicos, ambientales y evolutivos. Particular atención ha merecido el axolotl mexicano (Ambystoma mexicanum) debido a su sorprendente habilidad de regenerar partes de su cuerpo. Si este animal pierde una extremidad, crecerá un sustituto perfecto al cabo de un par de semanas, con huesos, músculos y nervios, todo en los lugares correctos. Aún más fascinante: el ajolote puede reparar la médula espinal y el tejido de la retina seccionados.
Hoy en peligro de extinción en su hábitat originario (los valles del altiplano mexicano), los axolotls se han cultivado en el laboratorio por más de 150 a?os, desde que Humboldt llevara a Paris el primer par de axolotls que llegaron a Europa.
El análisis del genoma ensamblado por investigadores de Viena, Dresde y Heidelberg (2018) descubre varias características singulares de los axolotl: varios genes que sólo existen en el axolotl y otras especies de anfibios se expresan en el tejido de las extremidades en regeneración. Lo que es más sorprendente, un gen esencial del desarrollo llamado PAX3 está completamente ausente del genoma, y sus funciones han sido asumidas por otro gen denominado PAX7. Ambos genes desempeñan un papel clave en el desarrollo muscular y neuronal.
La secuencia del genoma axolotl está ahora disponible públicamente y es un poderoso recurso para que investigadores de todo el mundo puedan continuar estudios sobre la regeneración de tejidos.
Publicación completa:
The axolotl genome and the evolution of key tissue formation regulators. Sergej
Nowoshilow, Siegfried Schloissnig, Ji-Feng Fei, Andreas Dahl, Andy W.C. Pang, Martin
Pippel, Sylke Winkler, Alex R. Hastie, George Young, Juliana G. Roscito, Francisco Falcon,
Dunja Knapp, Sean Powell, Alfredo Cruz, Han Cao, Bianca Habermann, Michael Hiller, Elly M.
Tanaka, and Eugene W. Myers. Nature.
DOI: 10.1038/nature25458