El corredor ribereño en el delta del río Colorado en México apoya hábitats de aves de importancia internacional. La vegetación es mantenida por los flujos superficiales de los Estados Unidos y México y por un acuífero alto, no salino, en el cual los arbustos y árboles freatofíticos dominantes tienen sus raíces. Estudiamos los efectos de una sequía regional en la vegetación ribereña y la abundancia y diversidad aviar de 2002 a 2007, durante los cuales los flujos superficiales fueron marcadamente reducidos en comparación con el periodo de 1995 a 2002.
La reducción de los flujos superficiales condujo a una reducción en la cobertura arbórea nativa pero un aumento en la cobertura de arbustos, principalmente debido a un incremento en el pino salado (Tamarix spp.), un arbusto halofático introducido y una reducción en los árboles de álamo (Populus fremontii) y sauce (Salix gooddingii). Sin embargo, la cobertura total de la vegetación no se modificó en alrededor del 70%. En general, la densidad y diversidad de aves también se mantuvieron sin cambios, pero las especies ribereñas obligadas tendieron a disminuir en abundancia, y las especies generalistas aumentaron.
Aunque la reducción de los flujos superficiales redujo el valor del hábitat y las especies de aves ribereñas obligadas a afectar negativamente, las porciones de la zona ribereña mostraron resistencia. Se requieren flujos superficiales para reducir los niveles de sal del suelo y germinar nuevas cohortes de árboles nativos, pero la fuente principal de agua que sustenta este ecosistema es el acuífero, derivado de los flujos de los campos de riego en los Estados Unidos y México.
Las perspectivas a largo plazo para los hábitats ribereños delta son inciertas debido a los flujos reducidos esperados de agua de los ríos debido al cambio climático y las prácticas de uso de la tierra que reducieron los flujos inferiores al acuífero ribereño y aumentaron los niveles de salinidad. Se necesitarían programas de restauración activa si estos hábitats deben conservarse para el futuro. El corredor ripario en el delta del río Colorado en México contiene hábitat para aves de importancia internacional. La vegetación se mantiene con flujos superficiales de E.U. y México y por un acuífero somero de baja salinidad al cual llegan las raíces de los arbustos y árboles freatofíticos.
Estudiamos los efectos de una situación regional sobre la vegetación riparia y la abundancia y diversidad de aves entre el 2002 y 2007, periodo en el que los flujos superficiales se redujeron drásticamente, en comparación con el periodo entre 1995-2002. La reducción de flujos superficiales causó la reducción en cobertura de árboles nativos y un aumento en la cobertura de arbustos, principalmente por el aumento de Tamarix spp., Un arbusto haláfito introducido, y por la pérdida de Populus fremontii y Salix gooddingii. Sin embargo, la cobertura vegetal se mantiene sin cambio, en cerca del 70%. La densidad y diversidad de aves también se mantuvo, pero la abundancia de especies ribereñas descendió, mientras que las especies generalistas aumentaron. Aunque la reducción en flujos superficiales redujo el valor de hábitat y afectó negativamente a las aves riparias, algunas porciones de la zona exhibieron resiliencia.
Los flujos superficiales se requieren para reducir la salinidad en el suelo y para la germinación de nuevos árboles de árboles nativos, pero la principal fuente de agua para este ecosistema es el acuífero, el derivado de los flujos subterráneos que provienen de la irrigación agrícola en E.U. y México. La expectativa para los hábitats riparios en el delta es incierta debido a que se espera una reducción en los flujos superficiales a causa del cambio climático, y por las prácticas que reducen los flujos subterráneos y aumentan la salinidad. Para poder conservar estos hábitats para el futuro se requiere la implementación de programas de restauración activa.
DOI: 10.1016/j.ecoleng.2013.01.001