60102848
Se reaviva polémica: formación masiva o de élite la universidad del futuro
  • Los dilemas de la educación superior frente a la integración económica mundial y los retos de mayor cobertura y calidad

20 de noviembre de 2012

En la era de la globalización, ¿hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos para mejorar la calidad de la educación superior? ¿Cómo hacer compatibles las necesidades de instituciones académicas nacionales con las tendencias a la integración económica regional y mundial? La universidad multinacional es una de las propuestas más audaces.

Así lo consideran académicos australianos, quienes plantean que en el actual contexto de crisis económicas y creciente competencia internacional, la bandera de la excelencia académica en las universidades no tiene por qué limitarse a incluir alumnos extranjeros, sino enfocarse a expandir sus fronteras.

"La nueva universidad multinacional busca realizar su investigación y enseñanza en todo el mundo, aprovechando nuevas fuentes de talento académico, apoyo financiero y mercados de estudiantes, de manera similar a como lo hacen las compañías multinacionales", señalan los investigadores Sean Gallagher y Geoffrey Garrett.

En su artículo De las exportaciones hacia la universidad multinacional, los académicos de la Escuela de Negocios en la Universidad de Sidney (Australia) explican que esto puede significar "establecerse en un país subdesarrollado para hacer investigación, porque es más barato construir mejor infraestructura y contratar investigadores de calidad".

Otras de las implicaciones de la universidad multinacional, según Gallagher y Garrett, es el diseño de programas académicos y grados que se ajusten a las necesidades del mercado local (del lugar donde están), en lugar de un solo esquema para todos los campus localizados fuera de sus instalaciones centrales.

Hoy, más de 200 sedes de campus de universidades se localizan fuera de sus respectivos países. Y hacia el 2020, de acuerdo con el reporte, las cuatro naciones con mayor población proyectada -China, India, Indonesia y EU- concentrarán más de la mitad de la matrícula universitaria de todo el mundo.

Acceso masivo y excelencia

Otro de los grandes retos, sobre todo en naciones en vías de desarrollo como México, es hacer compatible el aumento en la oferta educativa para satisfacer la creciente demanda de la población y al tiempo mejorar la calidad de este servicio.

Según datos del titular de la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, durante los últimos seis años se logró en el país una cobertura masiva en este nivel académico.

Es decir, al incorporar más de un millón de alumnos en el lapso referido se cubrió más de 30% de la población. Arriba del 72 de este aumento en la matrícula fue absorbido por instituciones públicas de educación superior. Sin embargo, se busca una cobertura de al menos 60%, que implicaría garantizar el acceso a 260 mil nuevos estudiantes cada año.

Paralelamente, es necesario dirigir los pasos hacia la elevación de la calidad académica, pues el listado más reciente de las mejores universidades del mundo, el Times Higher Education World University Ranking, difundido en octubre pasado, indica que las de América Latina siguen bastante rezagas respecto a las del Primer Mundo.

Ese listado de las 400 mejores universidades del mundo incluye sólo a cuatro de la región; ninguna de ellas figura entre las 100 mejores. La mejor colocada es la de Sao Paulo, Brasil, en el número 158. Otra brasileña, la Estatal de Campiñas, está en el grupo que abarca del puesto 251 al 275. La Universidad de los Andes (Colombia) y la UNAM figuran en el rango que va del sitio 351 al 400.

En contraste, hay 22 universidades asiáticas colocadas entre las 200 mejores. La lista es encabezada por las de Estados Unidos. Estos resultados son similares a lo que arrojan otros dos rankings internacionales presentados durante el año en curso: el QS World University Ranking (Londres) y el de la Universidad Jiao Tong en Shanghai, China. En ninguno figuran las instituciones latinoamericanas entre los primeros 100 lugares.

Selección rigurosa

Para el profesor Juan Enríquez Cabot, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, una alternativa para mejorar la calidad educativa de las universidades en México y promover la innovación consiste en establecer "ecosistemas" donde se generen nuevas empresas de alta tecnología que apliquen los conocimientos.

"Cuando caminas en el Valle del Silicón o en Boston o en San Diego encuentras junto a los campus (universitarios) una gran cantidad de compañías establecidas y otras nuevas. En cambio, si pasas por el Tec de Monterrey, pocas veces encontrarás a cien alumnos trabajando juntos para armar nuevas empresas".

El director del Life Science Project en Harvard y miebro del Centro de Estudios Latinoamericanos David Rockefeller propone aplicar criterios de selección rigurosos, basados en el mérito académico y la competitividad, antes que buscar solo la masificación de la educación superior.

"La India, Corea y Taiwán han logrado una selección brutal de 30 mil o 50 mil cerebros al año y de ellos, 10 mil se ponen a trabajar en negocios o en la generación de investigación y desarrollo o nuevas empresas. Pero en México tenemos tanto miedo de ser elitistas, que no nos importa la selección de los mejores alumnos y maestros".

Enríquez Cabot añade que no es necesario cambiar toda la cultura ni el sistema educativo en México, lo cual tomaría décadas o siglos. Pero sí podría concentrarse a los mejores alumnos y profesores en las universidades mediante sistemas de estímulos. "Tenemos la materia prima, a los mejores cerebros, pero no los estamos forjando ni concentrando".

Fuente: 

Ver más noticias


Su IP: 3.149.24.192 no esta registrado. Por favor ingrese su clave de Acceso Remoto.