El mecanismo es autoextensible, por lo que sirve alrededor de tres años sin intervenir al menor.
Notimex/México Investigadores de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional ( IPN ) rediseñaron algunas prótesis de huesos con el objetivo de reducir el número de fracturas y cirugías en niños que padecen osteogénesis imperfecta, enfermedad que también se conoce como huesos de cristal. Esta iniciativa es parte de un trabajo académico desarrollado en el IPN para atender dicho trastorno congénito, caracterizado por la fragilidad excesiva en los huesos a consecuencia de una deficiencia de colágeno en la estructura ósea.
La investigación a cargo del doctor en Ciencias Christopher René Torres San Miguel se basa en la reconstrucción de tejido de huesos largos como fémur, tibia y húmero, además del desarrollo de nuevos implantes de clavos telescópicos que por sus características mecánicas disminuyen el desplazamiento y la rotación.
En un comunicado, Torres San Miguel destacó que una de las ventajas del implante desarrollado en esta institución es que es autoextensible, es decir, que cuando el niño crece sigue sirviendo por alrededor de tres años, porque se va ajustando sin tener que someterlo a diversas cirugías o cambios de clavos. Los investigadores también desarrollaron un modelo computarizado con el cual fue posible identificar las zonas óseas más porosas y de baja densidad para recrear condiciones similares a las fracturas más comunes
en padecimientos de este tipo: transversal, oblicua y conminuta. Este modelo permite analizarlas condiciones de carga a las que se somete el implante como flexión, torsión y compresión interna, y a diferencia de los clavos que se
usan comúnmente, no ocurren rotaciones ni desplazamientos. Según la institución de asistencia privada Angelitos de Cristal, en México hay más de 5 mil personas afectadas por la osteogénesis imperfecta y la mayoría no recibe atención médica por desconocimiento o por no contar con dinero suficiente. Los investigadores del IPN trabajan de cerca con casos de niños que padecen ese mal a través de esa fundación, la cual ofrece servicios de fisioterapia y apoyo psicológico.
A petición de Patricia Hernández Zea, directora general de Angelitos de Cristal, este grupo de investigación comenzó a trabajar en la reingeniería y mejora de prótesis existentes en las que pudieran intervenir especialistas mexicanos, además de que sean económicas para que estén al alcance de todos los que padecen la enfermedad. A partir de este trabajo de investigación se realizaron dos tesis de maestría, una de Viridiana Ramírez Vela y otra de josé Luis Rueda Arreguín. M
En México más de 5 mil personas padecen este mal y la mayoría no recibe atención médica.
