En México hay más de 5 mil personas afectadas por la Osteogénesis Imperfecta (OI), un trastorno congénito que se caracteriza por la fragilidad excesiva en los huesos debido a una deficiencia de colágeno en la estructura ósea. La mayoría de estas personas no recibe atención mé- dica por desconocimiento o por no contar con los recursos económicos suficientes. Ante esta situación, el Dr. Christopher René Torres San Miguel, de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Zacatenco, junto con su equipo de colaboradores, rediseñó diversas prótesis de huesos, con lo que se pretende reducir fracturas y con ello la invasión quirúrgica en niños con OI.
Este trabajo académico consiste en la reconstrucción de tejido óseo en huesos largos como: fémur, tibia y húmero, además del desarrollo de nuevos implantes de clavos telescópicos que por sus condiciones mecánicas disminuyen el desplazamiento y la rotación dentro del hueso. Una de las ventajas del implante desarrollado en el IPN es que es autoextensible, es decir, cuando el niño Prótesis mejorará la calidad de vida de pacientes con Osteogénesis Imperfecta Liliana García crece la prótesis se va ajustando al crecimiento del paciente, sin tener que someterlo a múltiples cirugías de recambios de clavo a lo largo de su vida.
Torres San Miguel y su equipo desarrollaron también un modelo numérico computarizado que identifica las zonas óseas más porosas y de baja densidad para recrear las condiciones similares a las fracturas más comunes en este tipo de padecimientos. El modelo permite analizar las condiciones de carga del implante como: flexión, torsión y compresión interna de las cuerdas, para determinar que a diferencia de los clavos que se utilizan comúnmente, este prototipo mejora la calidad de vida de los pacientes porque con su uso se disminuyen las rotaciones y desplazamientos de la estructura ósea. De este trabajo de investigación se desprendieron dos tesis de maestría "Análisis numérico de fractura en huesos largos en pacientes afectados con Osteogénesis Imperfecta", de Viridiana Ramírez Vela y "Diseño y manufactura de un clavo telescópico intramedular para rehabilitación de miembro inferior", de José Luis Rueda Arreguín.
En su investigación, Ramírez Vela encontró que el método de elemento finito es una herramienta muy útil para estudiar el comportamiento biomecánico de los huesos, ya que permite analizar la influencia de factores externos como movimientos y fuerzas a las que puede estar sometido el hueso, e internos que se refiere al tejido óseo afectado por la enfermedad, así como su interacción con músculos y tendones. El clavo telescópico desarrollado por Rueda Arreguín como parte de su trabajo de investigación demostró mayor rigidez, soporte y fijación, mientras la rosca para la sujeción del implante generó menos esfuerzo dentro del hueso, todo esto se podría traducir en una mejor rehabilitación para este tipo de pacientes. El grupo de investigación del IPN trabaja muy de cerca con casos de niños que padecen OI a través de la institución de asistencia privada "Angelitos de Cristal", dirigida por Patricia Hernández Zea, que ofrece servicios de fisioterapia y apoyo psicológico.
Al conocer el proyecto, Hernández Zea inmediatamente hizo referencia a la necesidad de una investigación relacionada con la reingeniería y mejora de las prótesis existentes con la intervención de especialistas mexicanos y que se encuentren al alcance de todos los que padecen Osteogénesis Imperfecta. Es así como se planteó este proyecto originado en una colaboración con el Dr. Luis Martínez Sáez, de la Universidad Politécnica de Madrid, quien trabaja con modelos numéricos para simular lesiones en niños con OI generadas en caso de una colisión automovilística.