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Uno de diez mexicanos acepta donar un riñón
Uno de diez mexicanos acepta donar un riñón
11 de abril de 2012
Entre 65 y130 mil mexicanos están en diálisis peritoneal y/o hemodiálisis y cerca de ocho mil están en lista de espera para recibir un trasplante de riñón debido por una insuficiencia renal consecuencia de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial, glomerulopatias y obesidad.
"El trasplante de riñón es el único tratamiento que permite a un paciente con insuficiencia renal lograr una rehabilitación completa", destacó el doctor Salvador Aburto Morales, cirujano de trasplantes en el Instituto Nacional de Cardiología (INC).
El especialista destacó que el INC cuenta con un área destinada a ofrecer una atención completa a personas de escasos recursos, en el tratamiento de enfermedades renales y trasplantes de riñón.
De acuerdo con el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) en nuestro país, el riñón y la cornea son los órganos y tejidos con mayor demanda para trasplante y que con mayor frecuencia se trasplantan.
"Hoy en día, en el INC se realizan entre 40 y 45 trasplantes de riñón anualmente, en su mayoría de donante vivo. En total desde que se inicio el programa en el instituto se han realizado 900 trasplantes de este órgano con sobrevidas del injerto y del paciente por arriba del 90 por ciento a cinco años y del 85 por ciento a diez años".
Destacó que en el INC la cirugía para tomar el riñón de una persona que dona en vida es mediante una técnica de mínima invasión llamada "Nefrectomía por laparoscopia asistida con la mano".
Esta técnica tiene grandes ventajas comparada con la tradicional cirugía abierta y lo más importante provoca menos dolor post operatorio, pronta recuperación y una mínima estancia hospitalaria con la reincorporación a la actividad laboral entre 10 a 15 días de la cirugía.
"La enfermedad renal no causa ninguna sintomatología al inicio por lo que avanza inadvertidamente. Los síntomas aparecen cuando la función de los riñones disminuye drásticamente, es entonces cuando el cansancio, fiebres, retención de líquidos, hinchazón de pies y dolores se hacen presentes", advirtió el doctor Eduardo Mancilla, especialista en trasplantes y jefe del Programa de Trasplante Renal del INC.
La hemodiálisis y diálisis peritoneal, son tratamientos que a la larga resultan más costosos para la familia y/o el sector salud, que un trasplante, ya que con el paso de los años resulta más económico y en consecuencia le proporciona mejor calidad de vida.
El doctor Mancilla indicó que para realizar un trasplante en primer lugar mediante un protocolo bien establecido, debe valorarse al donador y al receptor para determinar si son compatibles y si el primero es una persona sana y candidato a donación, así como establecer que el receptor está en las condiciones ideales para someterse a una intervención quirúrgica mayor como el trasplante renal.
Mencionó que la donación de un riñón puede llevarse a cabo de forma viva y la segunda cuando pertenece a una persona que falleció. Al respecto, Aburto Morales destacó que la mayoría de la donación en vida proviene de los familiares de los pacientes, ya que la donación de personas fallecida es escasa por falta de información y de cultura sobre donación de órganos y tejidos con fines de trasplante.
En el caso de la donación cadavérica la mayoría de las veces, por motivos religiosos pero también por argumentos de apego a la persona fallecida es que no se lleva a cabo, por eso, recalcó que es importante fortalecer la confianza de la población en el buen uso y destino de los órganos donados.
Ambos especialistas coincidieron que no sólo depende de que existan donadores, sino también la falta de infraestructura, la ausencia de protocolos, y la nula de organización está afectando el proceso de donación e impide en múltiples ocasiones que no se concrete un trasplante y en consecuencia que los pacientes no reciban un órgano o tejido a tiempo. (Agencia ID)