Investigadores de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) utilizan la tecnología emergente del ultrasonido de alta intensidad para mejorar la calidad de la carne como blandura y textura que ofrecen los productores ganaderos del estado.
En la actualidad la comunidad científica experimenta en la implementación de ultrasonido de alta intensidad en procesos de producción de alimentos, dijo la líder del proyecto, Alma Delia Alarcón Rojo.
"Hay investigaciones publicadas sobre ultrasonicación, que es el uso de la energía proveniente del sonido, en comestibles como frutas y vegetales", abundó.
En entrevista con la Agencia Informativa Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), Alarcón Rojo explicó que el ultrasonido son ondas acústicas en frecuencias que no son percibidas por el oído humano.
No obstante, al exponer carne a ellas, ésta sufre una compresión y refracción en las partículas que la componen, por tanto, provoca consecuencias en la estructura molecular. "Este efecto puede ser aprovechado para mejorar la blandura y textura de la carne", sostuvo.
De acuerdo con la investigadora el ultrasonido empleado en el proyecto tiene un rango amplio de aplicaciones en diversos sectores agroalimentarios, pues aplicado a los alimentos acelera procesos de producción sin dañar la calidad de los productos que son expuestos.
La innovación también es considerada como tecnología verde, ya que han podido demostrar en pruebas de laboratorio que se reduce el tiempo de cocción de la carne, sin que se afecte textura, sabor y consistencia.
A su vez, la científica Mariana Huerta Jiménez detalló que entre los resultados de la investigación destacan el ablandamiento de la carne, aumento de transferencia de masa, reducción de energía en el cocinado, así como el incremento en la vida de anaquel.
Huerta Jiménez refirió que el objetivo es generar y documentar procesos científicos para que, en el futuro, mediante esa innovación, los productores de Chihuahua lo implementen a nivel industrial.