El investigador Carlos Eduardo Alatorre Bracamontes, egresado de la maestría en ciencias en biosistemática y manejo de recursos naturales y agrícolas de la Universidad de Guadalajara, participó recientemente en el XVIII Simposio de Zoología "Dra. Imelda Martínez" con su ponencia Marabuntas: hormigas legionarias de Jalisco.
En entrevista para la Agencia Informativa CONACYT, el maestro compartió que uno de los principales objetivos de su trabajo es quitar el mote que estos insectos se han ganado injustamente.
"Las marabuntas sí son hormigas depredadoras formidables: arrasan con los organismos que encuentran a su paso. Pero lo que van a cazar son solamente pequeños insectos o artrópodos, escarabajos, arácnidos o escorpiones. Incluso pueden llegar a afectar mamíferos pequeños como ratones, musarañas o algunos reptiles que no se puedan mover con rapidez", acotó el maestro.
Un segundo objetivo fue conocer la distribución de estos insectos en el estado de Jalisco, tema sobre el cual no existía literatura moderna. En México, existen más de 900 especies de hormigas, de las cuales, 52 son consideradas marabuntas.
"En Jalisco, tenemos 23 especies registradas y tres posibles nuevas especies que no se encuentran descritas. De estas, hay que hacer un análisis más exhaustivo", comentó el investigador, a la vez que añadió solo una de estas es endémica del estado: la Neivamyrmex chamelensis.
Características
Dependiendo de la especie, las hormigas legionarias pueden medir desde poco más de un milímetro hasta cuatro centímetros. Este tipo de artrópodos son seminómadas, es decir, no tienen un nido establecido y migran en cuanto escasea el alimento. Existen dos fases de migración, ambas determinadas por los ciclos de la hormiga reina.
"En una fase estacionaria, la reina pone huevos de los cuales surgen nuevos adultos. En esta fase, el nido entra en una parte más pasiva. Se establecen en algún sitio como huecos de árbol o en el suelo".
Una característica exclusiva de las marabuntas es que sus nidos son vivientes, es decir, están formados por los mismos cuerpos entrelazados de las hormigas como parte de su estrategia para proteger a la reina. A este nido se le conoce como vivac. "Mientras algunas hormigas forman la estructura, el resto se dedica a forrajear. Son ciclos de dos a tres semanas, dependiendo de la especie", dijo.
Una vez que la biomasa que consumen se acaba, las colonias se ven forzadas a buscar un nuevo sitio.
"Hay estudios que han demostrado que van en distintas direcciones a forrajear para no sobreexplotar los recursos que tengan. Sus patrones de forrajeo están regulados para que no pasen por el mismo sitio dos veces en un lapso de tiempo muy corto", comentó Alatorre Bracamontes.
Caso Jalisco
La distribución de las hormigas legionarias en Jalisco predomina en la costa, aunque también se encontraron en lugares más templados como Tepatitlán, Tesistán, Tapalpa y en la zona periurbana, como la barranca de Huentitán y el bosque de La Primavera.
Una de las especies más abundante en la región es Labidus coecus, misma que se distribuye en México y Estados Unidos. También se encuentran fácilmente la Neivamyrmex melanocephalus y la Eciton burchellii, esta última considerada la más representativa de las marabuntas.