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En la Universidad, uno de los Acervos Bibliotecarios más grandes del mundo
  • El investigador emérito Adolfo Rodríguez Gallardo, impulsó la creación del Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (CONRICYT)

7 de noviembre de 2016

Las 135 bibliotecas a cargo de la UNAM resguardan uno de los acervos más grandes del mundo, compuesto por más de 13 millones de títulos de libros impresos y electrónicos, tesis, DVD y demás materiales de consulta.

Esto es mayor a lo que tiene bajo su cuidado la biblioteca del Vaticano, con más de un millón de títulos, y está muy cerca de la Universidad de Harvard, que cuenta con más de 15 millones, afirmó la directora del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI), Georgina Torres.

 

"Tenemos el orgullo de que cada biblioteca es un ejemplo en su área. La del IIBI está considerada como la más importante de América Latina", señaló.

Esta fortaleza se debe a la participación de los bibliotecólogos en las labores propias de esos espacios, y al apoyo que la Universidad Nacional ofrece para estar en la vanguardia en materia de información.


A los recursos de las bibliotecas universitarias -cuyo objetivo principal es servir de apoyo a la docencia, a la investigación y a la difusión de la cultura- debe sumarse el acervo que tiene bajo su cuidado la Biblioteca Nacional, también a cargo de la UNAM, puntualizó.


Otro elemento que enriquece sus estanterías son las tesis que se generan por medio de la actividad docente en las licenciaturas y posgrados de la institución.

En años recientes, expuso Torres, la UNAM, con el investigador emérito Adolfo Rodríguez Gallardo, impulsó la creación del Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica (Conricyt), que permite a instituciones educativas como la Secretaría de Educación Pública, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad de Guadalajara, entre otras, compartir recursos de información en línea.


"Antes era difícil trasladarse a lugares para consultar el libro o la revista que se necesitaba. Ahora, de forma inmediata se puede acceder a muchos de ellos al tener los recursos en línea", remarcó la directora del IIBI.

No obstante, subrayó la experta en tecnologías de la información y el conocimiento, con el crecimiento de la red se ha incrementado la información sin el rigor académico requerido para la formación de los estudiantes, lo cual plantea nuevos retos.

Por ello, propuso impulsar bibliotecas digitales, que al pertenecer a instituciones respalden la recopilación y organización de la información que ponen al servicio de los usuarios. No obstante, consideró que no debe descuidarse el uso de los impresos.

"Preocupa que los jóvenes, nativos digitales, hagan a un lado información valiosa por no estar en un medio digital. Hay cosas importantes por las que tenemos que ir a lo impreso, y que ellos no están consultando."

Esta porción del conocimiento parece estar condenada a que no se lea, concluyó; por ello, llamó a los universitarios a acudir a bibliotecas con ejemplares impresos, pues tienen colecciones valiosas.

 

Fuente: Gaceta Digital UNAM

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