15 de septiembre de 2016
Cada
año se publican alrededor de 2.5 millones de artículos científicos, indicó Jill
Hawthorne, directora de Proyectos Internacionales de Wiley.
Durante
una conferencia que dictó en el evento Entre Pares que se realizó en la
Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), la especialista destacó que
"el mercado de las publicaciones es muy competitivo, anualmente se
publican 2.5 millones y cada año sigue creciendo, tanto el número de artículos
como la cantidad de investigadores, a un ritmo aproximado de tres por
ciento". Ante esta gran cantidad de artículos que se producen,
"los investigadores tenemos que situarnos en el ecosistema digital y
luchar por hacernos visibles (...) Hoy en día no basta con hacer artículos muy
buenos y publicarlos, hay que promoverlos". La manera tradicional de
darles difusión es en congresos y seminarios; no obstante, hoy en día las redes
sociales juegan un papel fundamental para la difusión de los trabajos
científicos e incrementar el impacto de una publicación, es decir, que el
artículo consiga más vistas y sea más citado en otros trabajos.
"Las
plataformas digitales de las editoriales gozan de una buena visibilidad, pero
todos debemos incidir en la difusión de lo que publicamos, nadie puede contar
mejor que el autor la historia de un proyecto de investigación".
Además,
la tendencia de consumo de información se ha modificado en los últimos años,
actualmente muchas de las visitas que recibe la página de Wiley provienen de
las redes sociales, subrayó Jill Hawthorne en este encuentro realizado por el
Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica
(Conricyt).
Comentó
que promover los trabajos en las redes sociales ya se ha convertido en una
práctica más habitual entre los investigadores, sobre todo entre los más
jóvenes. De acuerdo con una encuesta realizada recientemente por la editorial a
949 investigadores de 79 países, en los últimos 12 meses, la mayoría de los
autores encuestados (64 por ciento) ha promocionado su obra publicada en redes
sociales.
Pero
¿cuáles son las mejores redes sociales para compartir el trabajo científico?
Todas, desde Facebook y Twitter hasta las más especializadas como Academia.edu;
entre más se comparta el texto, más oportunidades tiene de llegar a más
investigadores, mencionó la especialista.
"Las
redes sociales más especializadas representan una oportunidad para que los
investigadores se conecten con sus pares y compartan experiencias, retos y
dificultades, además para seguir artículos de su interés".
Con
las redes sociales, los investigadores también pueden fortalecer la difusión de
su perfil académico, por lo tanto, sugirió tener una cuenta de tipo profesional
y otra personal, para no mezclar fotos privadas o comentarios a título personal
con las académicas.
Además
de las redes sociales, los investigadores pueden crear blogs para hacer más
visible su trabajo. Asimismo, pueden optimizar los motores de búsqueda de sus
artículos, esto a través de palabras clave, las cuales entre más específicas
sean es mucho mejor. Es recomendable que estas palabras se encuentren en el
título, en el resumen, en los encabezados o subtítulos y en los recuadros o
gráficos.
Esto
es importante porque, de acuerdo con reportes de Google, los textos que se
posicionan en los primeros lugares de una búsqueda tienen hasta 39 por ciento de
probabilidades de que sean consultados.
Por
los motivos ya expuestos, Jill Hawthorne -ante un auditorio de más de mil
personas- recomendó a todos los investigadores dedicar un poco más de tiempo a
las plataformas digitales y redes sociales para hacer más visible su
trabajo.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt