Justina es el nombre de un robot auxiliar capaz de reconocer voces, tomar objetos, limpiar la casa, tirar la basura y tender las camas.

Sus creadores, un grupo de estudiantes de diferentes carreras y posgrados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asegura que se trata de un invento dentro de la serie de robots que podrían estar en los hogares en 20 años.

"Son robots de servicio que van a estar en nuestra casa, oficinas, y escuelas ayudando a los seres humanos en sus tareas cotidianas", indicó el responsable del proyecto, Jesús Savage Carmona, en una entrevista con Notimex.

El profesor de la Facultad de Ingeniería aseguró que, además de servicio, estos aparatos mecanizados podrían ser grandes compañeros, en especial para las personas de la tercera edad.

"A veces los adultos mayores pierden la noción del tiempo, pero Justina les podría decir la hora exacta e incluso a qué hora deben de tomar sus medicinas", detalló.

El robot 'Justina' posee una base de cuatro motores, torso que puede subir y bajar, hombros y cabeza, el cual recibe órdenes por medio de los gestos y el lenguaje del ser humano.

"Los responsables de Justina somos todos unos `nerds'; podrían vernos en nuestro laboratorio sábados y domingos e incluso días festivos trabajando sin que se nos pague por hacerlo", mencionó Savage Carmona.

Ante la sorpresa de niños de primaria que observaban tres de los robots de servicio expuestos en el Museo del Universum, el profesor dijo que hay personas con miedo a ser reemplazadas por robots, situación que no considera factible.

"Ese miedo es un complejo de Frankenstein; Hollywood lo ha propagado por medio de las películas, pero no pasará eso, al menos no creo que pase en muchos años", expresó.

Con largos brazos, Golem-III, uno de los robots más destacados en competencias nacionales, también apareció en el vestíbulo principal del Universum en Ciudad Universitaria.

"El prototipo público de este robot es la "Robotina" de la caricatura de Los Supersónicos, éstos son las robotinas de hoy", manifestó el coordinador del grupo Golem, Luis Alberto Pineda.

EL investigador del Departamento de Ciencias de la Computación del Instituto de Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) detalló que Golem-III toma latas o botellas de refresco, las transporta y los coloca en el lugar solicitado.

"Éste es un proyecto que ha ido avanzando por generaciones a lo largo de 15 años, es un camino lleno de sinsabores y satisfacciones para fabricar robots cada vez más completos, más inteligentes y más poderosos", señaló.