El líder del proyecto, Diego Armando Casas Beltrán, explica que la investigación pretende descubrir los efectos de la presencia de ciudadanos de Estados Unidos, Canadá y diversos países de Europa, quienes hacen de México su destino de residencia, la mayoría tras su jubilación.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el integrante de la Unidad de Ciencias del Agua del CICY -que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)- indica que el turismo residencial en México ha crecido, especialmente en los destinos de playa, y hasta ahora se desconocen el consumo e impacto sobre la calidad del agua en los acuíferos debido a que la mayoría de los asentamientos habitacionales no están conectados a la red de agua potable o al alcantarillado, o bien, no han sido identificados como viviendas para turismo residencial.
De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), la actividad turística es toda aquella que realizan las personas al viajar o estar en sitios fuera de su lugar de origen por no más de un año consecutivo. Entre la gama de tipos de turismo destaca el llamado residencial, en el que las personas acuden a un destino o una localidad donde tienen la posesión por compra, renta o préstamo de un inmueble en el cual pernoctan y realizan actividades de ocio y esparcimiento.
Adscrito al programa de Cátedras Conacyt, el investigador -que ya abordó el tema ubicándolo en Los Cabos, Baja California Sur, para doctorarse en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos Naturales en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor)- detalla que en la mayoría de los casos analizados las viviendas obtienen el recurso hídrico a través de transportistas privados y extracción directa, y tratan su agua por fosas sépticas, las cuales representan escurrimientos, provocando contaminación fecal.
Por ello, enfatiza, es necesario desarrollar mecanismos eficaces para identificar las áreas donde la escasez, calidad o mala gestión del agua puedan afectar el desarrollo del recurso o tener consecuencias ambientales.
"Para mi tesis doctoral, realizada en 2008, me interesó el tema. Yo ya lo venía trabajando en consultoría porque hacía estudios de impacto ambiental para la construcción de ese tipo de viviendas. Desde ahí nació mi inquietud, porque si cada casa de manera puntual no producía, aparentemente, casi ningún efecto, ¿qué pasa si juntamos varias casas con efectos residuales?", cuestiona.
En aquella investigación, el oceanólogo egresado de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) detectó que el crecimiento de las viviendas residenciales provoca la fragmentación en el paisaje y la vegetación de la zona, debido a la apertura de caminos sin planeación alguna para conectar las casas.
"Además detecté que estas residencias no están conectadas a la red de agua potable ni de drenaje, pues tienen fosas, produciendo filtración y contaminación. Este problema también lo veo en la península, sobre todo en Quintana Roo, y no he encontrado información que nos explique esto de manera multidisciplinaria", describe.
Monitoreo temprano
Casas Beltrán, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), explica que en su actual pesquisa en la Riviera Maya no ha encontrado estudios sobre vulnerabilidad hídrica de los asentamientos habitacionales, dado que los estudios se han centrado en la contaminación en cuerpos costeros o sobre los efectos físicos de su extracción.
De ahí considera que esta investigación permitirá generar un monitoreo temprano de la problemática que brinde más y mejor información acerca del tema a los tomadores de decisiones.
"Si tenemos un programa de monitoreo adecuado, si identificamos las fuentes y cómo están, nos permitiría tener un sistema de alerta temprana que evitaría graves problemas a los tomadores de decisiones", abunda.
El catedrático, que tiene como líneas de investigación la calidad, uso sostenible y gestión integral del agua, dice que en este trabajo han comenzado a recabar datos sobre la situación que prevalece; de ahí la importancia que detectaran y delimitaran una zona en que se puede caracterizar el consumo de agua, ubicada en la comunidad de Akumal, Quintana Roo.
"Es la única comunidad que he encontrado con red de agua potable, ahí identificamos que es zona turístico-residencial y vamos a empezar a trabajar para identificar el consumo, porque si logro caracterizarlo bien voy a poder extrapolar la información en sitios que no tienen conexión a la red, con el fin de formular propuestas de manejo y gestión integral del agua", detalla.
Con ese propósito, el investigador ya realizó la delimitación de la zona y realizó algunos sondeos respecto de la percepción social sobre el turismo; está por hacer una caracterización y un monitoreo de calidad del agua de los vertidos que existen.
Y es que, enfatiza, en esta medición del impacto ha dimensionado lo positivo y negativo del fenómeno visto desde distintas vertientes, incluyendo las cualitativas de las ciencias sociales. Para ello, contempla una metodología en la que destacan encuestas para evaluar aspectos socioeconómicos: el uso de Sistemas de Información Geográfica con imágenes de satélite para la delimitación espacial y reunir información para los rubros fisicoquímicos y bacteriológicos del agua con el fin de crear un índice tipo semáforo, en el que el color rojo representará el estado de contaminación alto, el amarillo, un indicador medio y el verde, de nivel óptimo.
Las pesquisas científicas incluyen tópicos como la química del agua, bacteriología, biología y ecología de microorganismos, pero también está conformada por aspectos sociales y económicos para poder generar una alerta temprana sobre este fenómeno que se da en las costas de la península de Yucatán, pero que también está presente en las de Baja California Sur.
Destino de jubilados extranjeros
En su artículo "Turismo residencial y migración de jubilados extranjeros en México: un estudio de caso sobre sus implicaciones ambientales y de servicios en Baja California Sur", publicado en 2013 en la revista Estudios Fronterizos, Casas Beltrán describe que en los últimos años se ha incrementado el flujo de turistas residenciales en nuestro país, en su mayoría jubilados con alto poder adquisitivo que les permite permanecer por largas temporadas fuera de su lugar de origen, provocando grandes impactos socioeconómicos y de reordenamiento urbano.
Explica que el fenómeno de los "baby boomers" no ha tenido el peso que le corresponde por los sectores académicos y de investigación, dado que los trabajos que se han realizado versan en la gerontología, la geografía del turismo, de salud pública, políticas ambientales y sobre migración.
En ese trabajo, en el que explica la investigación realizada en Los Cabos, Baja California Sur, resalta la urgencia de que hagan trabajos en torno al posible impacto entre las personas y las comunidades receptoras a causa del crecimiento exponencial de los jubilados extranjeros en América Latina, especialmente en México.
El investigador señala que este panorama es similar en la península de Quintana Roo, donde la diferencia es que la presencia de extranjeros es en su mayoría de europeos.
"Baby bloomers"
Este término es utilizado para describir a las personas que nacieron en un periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial, entre 1946 y 1965, cuando se presentó un inusual repunte en las tasas de natalidad.
En México se les identifica como la generación de jubilados que se establecen en las zonas costeras, económicamente visibles, adquiriendo propiedades y residiendo en ellas de manera permanente o visitándolas por diversos periodos al año.