20 de octubre de 2014
"La reacción para controlar la epidemia tampoco fue rápida, por lo que en poco tiempo llegó a ciudades grandes", señaló Carlos Arias, virólogo de la UNAM, quien refiere que México tiene un buen sistema de salud que hace poco probable la diseminación del virus en el caso de que llegara.
Sin embargo en África, la epidemia "está fuera de control y las medidas de salud pública para aislar a los enfermos e identificarlos, incluso para separarlos de sus familias, sigue siendo insuficiente". Otro aspecto importante que retrasó la identificación de la epidemia, y que no ha recibido suficiente atención, añadió, es que en estos países africanos hay desde hace años un problema con otro virus, llamado Lassa.
Si bien este virus, explicó, provoca una fiebre hemorrágica similar a la del ébola, su mortalidad es apenas del 1 por ciento, no obstante es muy frecuente su presencia en la región. "Las personas están acostumbradas a ver fiebres de este tipo, por lo que en los primeros casos se asumió que la enfermedad era Lassa, lo que retardó la identificación del ébola desde un inicio".
Gerald Massis, director de Médicos Sin Fronteras (MSF) México, desestimó también la posibilidad de importar el virus pero, de ser el caso, "el país cuenta con toda la infraestructura de salud para aislar y evitar el contagio".
Por otra parte, la secretaria de Salud, Mercedes Juan López, anunció recientemente que la dependencia dio un curso de capacitación a más de 100 médicos e infectólogos, entre otros, en materia de prevención y protección en el manejo y tratamiento de pacientes.
Dijo además que el Instituto Nacional de Rehabilitación cuenta con las condiciones para aislar a un paciente en caso de ser requerido. Además, se llevan a cabo mecanismos con el Instituto Nacional de Migración y Aeronáutica Civil para detectar a cualquier persona que pudiera haber estado en contacto con el virus.
Fuente: La Crónica de Hoy