28 de julio de 2014
"Por ejemplo - explicó Vázquez Botello-, la zona del Pacífico es prácticamente de flujo turístico y hay pocos puertos, como el de Salina Cruz, en Oaxaca, el de Ensenada o Rosarito, en Baja California, que son puertos pesqueros y las áreas de presión ambiental que hay proviene del desarrollo turístico y de la pesca intensa".
En el caso del golfo de México, desde Altamira, en Tampico, hasta Alvarado, en Veracruz, se tiene una problemática diferente pues son puertos industriales y la actividad que sobresale es el transporte de petróleo. "Aquí la panorámica cambia pues en los puertos industriales los contaminantes que abundan son hidrocarburos del petróleo y metales", destacó el experto.
Sin embargo, un problema constante en todos los mares es el de microbiología sanitaria, la cual se origina, entre otras causas, por las descargas de las aguas residuales provenientes de las áreas urbanas asentadas en las zonas costeras. "Es un contaminante biológico de origen humano. Los microorganismos que son desechados con las aguas municipales no tienen el tratamiento adecuado y llegan así al mar, convirtiéndose en un problema muy serio y crítico en el golfo de México, en este caso".
Las aguas residuales contienen microorganismos que involucran un riesgo potencial para la salud humana, por tal motivo el especialista advirtió que puede transformarse en un ciclo insano, ya que la fuente principal de los microorganismos patógenos es el agua residual que recibe aportes de excrementos humanos y orina. Uno de los microorganismos comúnmente asociados al agua residual es la Escherichia coli.
"Pese a que el mar tiene su propio ciclo de limpieza, este es lento y los contaminantes son abundantes. La presencia de micoorganismos es un problema que ha aumentado desde nuestro último informe en 2005", titulado "Golfo de México, Contaminación e Impacto Ambiental: diagnóstico y tendencias (2da edición)", destacó el doctor Vázquez Botello, quien junto con Jaime Rendón von Osten, Gerardo Gold-Bouchot y Claudia Agraz-Hernández, fungieron como editores.
La finalidad de la compilación es reunir la más completa información sobre los principales contaminantes de cada zona costera, establecer cuál es su magnitud y determinar qué efectos tiene en la biología marina, así como su impacto ambiental, debido a su importancia en los ámbitos social, político y económico.
"Para mí el problema principal no son los contaminantes que llegan al mar, sino la ley que lo permite. México es, tal vez, el país más rico en leyes ambientales, sin embargo, muchas son letra muerta pues no se aplican correctamente", lamentó el investigador, quien desde hace 40 años trabaja en el área de oceanografía química, principalmente sobre contaminantes marinos.
Alfonso Botello mencionó que para evitar que los contaminantes lleguen al mar es necesario educar, pero no solo a los niños, también a los tomadores de decisiones. "Primero educación, porque en ella se fundamenta el respeto por el ambiente, este es su futuro ecológico. Educar también en el cumplimiento de las leyes. Nosotros hemos señalado los problemas pero no hay una respuesta. La tarea de los investigadores se cumple y no va más allá, el problema es que nuestras acciones irracionales están hipotecando el futuro ambiental de las nuevas generaciones".
Fuente: Academia Mexicana de Ciencias